Susana Cuilty Siller

Armando Estrada
13 octubre, 2017
Rodolfo Guevara E.
13 octubre, 2017

Estimada Úrsula, muchas gracias por la invitación, realmente es un gran honor para mí presentar este hermoso libro junto con colegas de gran trayectoria educativa como Armando Estrada y Rodolfo Guevara. Es un privilegio inmerecido. ¡Muchas gracias!

Para mí, es una alegría y un gozo que Úrsula nos pueda compartir a través de este libro una probadita de su experiencia como madre y educadora. Mediante sus pinceladas de vida recopiladas a través del tiempo, permite al lector vivenciar con una narrativa ágil y sencilla, situaciones concretas de la vida que se transforman en grandes enseñanzas y por tanto en una fuente inagotable de aprendizaje.

Hablar de las “pinceladas” de Úrsula, es hablar de una autora que es referente de la educación constructivista a nivel nacional e internacional, una gran educadora dedicada al trabajo con los niños con una pasión y entrega sin igual que contagia, y con una forma de educar que desde un inicio fue rompiendo paradigmas sobre la forma de concebir el desarrollo y proceso de maduración de los niños. Úrsula ha sido para muchos de nosotros, un modelo de vida ejemplar por su inteligencia, creatividad, preparación, su talento, don de gente, generosidad, empatía, sabiduría, alegría y congruencia en su decir y actuar.

Tuve la fortuna de conocer a Úrsula desde 1989 cuando Susy, la primera de mis hijos inició la aventura de la educación constructivista en el grado de maternal en FORMUS con la maestra Nora, después ingresó Gerardo y al final Sofía, mi última hija, que concluyó la secundaria en el 2012. Fueron 23 años de ser papás FORMUS, 23 años plagados de emociones, recuerdos, situaciones, momentos de reflexión y grandes enseñanzas, pero sobre todo de amistades entrañables que aún perduran. Recuerdo con mucho cariño cada conversación que tuvimos con Úrsula, algunas para motivar, otras para orientar, para reflexionar y como seguramente los recordarás, también hubo para consolar. Siempre encontré el consejo sabio y oportuno.

Gracias por invitarme, he leído tu libro y sin duda, leerlo es escucharte en la vida cotidiana. Conforme iba avanzando en la lectura, me vinieron a la mente un sin fin de pláticas que tuvimos sobre diferentes momentos que compartimos así como las enseñanzas que cada situación nos dejaba. Siempre fue un placer escuchar tus anécdotas sobre el comportamiento de Gerardo, Raúl, Susy, Carol, Tamara, Patricio, Sofía… en los que en ocasiones eran ellos los que nos daban las lecciones y en otras, eran los que requerían aprender alguna, pero donde siempre se daba lugar a una reflexión sobre la vida, los miedos, los conflictos, los dilemas, los descuidos, los enojos, los descubrimientos… En varias pinceladas de tu libro, sin duda alguna, me veo reflejada o viene la remembranza de situaciones parecidas con alguno de mis hijos, sus amigos o maestros.

Como bien lo señala Andrés en la introducción de este libro, este es un valioso material, ¡es un gran tesoro! Ya que a partir de sucesos contados de manera sencilla nos ilustran el desarrollo intelectual, social y moral de niños y jóvenes, convirtiendo cada pincelada en una cátedra para el educador y los padres de familia.

Cada pincelada, que Úrsula comparte, la veo como una pequeña probada de toda una vida dedicada con pasión a la educación de los niños, papás y maestros. Su trayectoria y las experiencias que hoy nos comparte permiten mirar hacia su interior y conocer su perspectiva sobre el desarrollo de habilidades personales, sociales, morales y cívicas en los niños y jóvenes; la forma en que subraya las importancia del desarrollo de sus habilidades emocionales; el énfasis que como educadores debemos tener para generar el ambiente propicio para el desarrollo de habilidades cognitivas y por supuesto, lo trascedente de las habilidades creativas y artísticas en todo modelo educativo.

Úrsula es observadora por excelencia…en cada capítulo ella nos comparte reflexiones profundas sobre el sentido de la vida, las enseñanzas que los niños nos dan a los adultos y he visto a través de los ejemplos que propone, cómo es que tenemos estereotipos como adultos que a veces imprimimos en los niños y simplemente los hacemos receptores y repetidores de nuestros mismas deficiencias o limitaciones.

Nos hace ver a través de la historia de Lily, de Alfredo, Carolina o de Beto que cada niño es único e irrepetible y que no nos vienen en serie, están en proceso de desarrollo y requieren reafirmar su identidad, fortalecer el carácter y la personalidad; nos subraya la necesidad de promover las actitudes, acciones y cualidades que promuevan la autonomía para que lleguen a ser seres plenos con un sentido de vida trascendente.

Por tanto, la escuela y la casa deben ser un puerto seguro para sentirse amado, respetado, valorado y querido, y debemos tener cuidado y estar conscientes de que con nuestras acciones y palabras podemos hacer que los niños se sientan impotentes, inadecuados, inútiles, torpes, humillados, confundidos e infelices.

Somos modelos de vida para nuestros niños y jóvenes, ellos aprenden lo que viven y como menciona Úrsula, las heridas causadas en la primera infancia no se olvidan y repercuten en el desarrollo posterior. Debemos identificar y observar sus talentos naturales y apoyar en sus necesidades respetando su ritmo y proceso de maduración.

Nos recuerda que los niños no nacen con una sana autoimagen sino que la van construyendo y, sin duda, los padres y maestros somos corresponsables de la imagen que ellos tengan sobre sí mismos.

Y cito textualmente a Úrsula en una de sus pinceladas del libro: “Tenemos que reconocer que no será la marca de los tenis, ni de la ropa o de la mochila la que hará la diferencia en su vida, sino el tener adultos y amigos en su entorno que confían en su potencial, que le ofrezcan retos realizables, que reconozcan sus logros. No hay nada tan poderoso, definitivo e importante para el joven o la joven, como saberse amado tal cual es, saberse amado incondicionalmente”

A los educadores nos toca identificar las fortalezas y poner atención a los talentos así como identificar e impulsar el desarrollo de las habilidades no tan favorecidas.

En otra pincelada, en un entorno en donde el relativismo, la modernidad, el consumismo y la tecnología nos atrapa, se nos plantea con gran claridad la urgencia de ofrecer a nuestros niños un ambiente donde puedan descubrir su mundo mediante su capacidad sensorial. Vivimos una era en donde la tecnología nos ofrece grandes avances y oportunidades, sin embargo, es también la misma tecnología la que va sustituyendo a través de juegos electrónicos, cada vez más sofisticados, la capacidad de soñar, inventar, construir, imaginar, indagar, observar, explorar. Pareciera que poco a poco hemos perdido la capacidad de asombro y les hemos negado a los niños experiencias sensoriales indispensables como jugar con tierra, lodo, agua, cajas de cartón, material reciclado etc. que permiten al cerebro recibir información, procesarla y hacer conexiones que da lugar al aprendizaje . Con esta pincelada, Úrsula nos recuerda que el proceso de aprendizaje inicia con la vivencia, la experiencia sensorial, con lo que se percibe del mundo exterior. Al estimular al niño a usar los cinco sentidos, su cerebro activa la capacidad creadora y flexible mediante el hemisferio derecho así como capacidad analítica y ordenada mediante el hemisferio izquierdo dando lugar al aprendizaje significativo que será la base para nuevos aprendizajes.

Relacionado al aprendizaje, Úrsula nos recuerda que este proceso va ligado a la parte afectiva, por lo que dependerá de nosotros como padres o educadores que el aprendizaje de nuestros niños o hijos sea un proceso doloroso o frustrante o bien, una experiencia que se disfruta y se festeja.

En un entorno complicado, donde el YO se impone ante el NOSOTROS, con otra hermosa pincelada, Úrsula nos muestra los maravillosos resultados de promover el diálogo para el manejo de los conflictos. Nos muestra como los niños tienen la capacidad de encontrar soluciones pacíficas a sus conflictos encontrando soluciones creativas mediante el diálogo, la escucha atenta y la empatía. De una forma aparentemente sencilla, Úrsula nos comparte una serie de vivencias relacionadas a situaciones donde se presentan problemáticas entre los niños así como la forma de atenderlos.

Siendo mamá FORMUS siempre me maravillé del círculo azul y la forma en que los niños con sus maestros sabían la manera de abordar una situación conflictiva con una metodología muy sencilla, pero a la vez madura y sofisticada para los adultos, con la finalidad de poder resolver una problemática determinada. Creo que los adultos estamos lejos siquiera de pintar el círculo azul en nuestra imaginación.

Con estos ejemplos, Úrsula, nos demuestra que los niños saben resolver sus problemas de manera razonable y justa, siempre y cuando los adultos no nos adelantemos o anticipemos con nuestras soluciones y les damos a ellos la oportunidad de lograrlo.

Por otro lado, Úrsula nos permite ver el lado amable del error, mediante su modelo pedagógico expresado en ejemplos concretos, nos invita a asumir con honestidad y humildad el error y tomarlo como una oportunidad para aprender o descubrir algo nuevo. Sin duda, como ella lo expresa, el error nos hace más humildes y nos permite ser más compasivos ante el fracaso del otro. Desafortunadamente, por años se ha manejado la educación a través de La pedagogía del éxito, que castiga o excluye al alumno que comete el error. De acuerdo a Úrsula, nadie se equivoca intencionalmente; hay equivocaciones porque a la verdad nos acercamos poco a poco, adquiriendo experiencia y relacionando lo nuevo con lo ya aprendido. A nadie nos gusta cometerlos, pero cuando ocurren, hay que aprender de ellos correctamente y darnos cuenta de que lo importante es identificarlos y extraer lecciones de ellos.

Nuestra responsabilidad como adultos, es buscar la causa del error y aprovecharla para transformarlo en un rico proceso de aprendizaje. Todos aprendemos por experiencia, cometiendo errores. Los grandes descubrimientos científicos son resultados de innumerables pruebas o de consecuencias inesperadas como el color morado que inesperadamente descubrió Sabina al mezclar colores.

En cuanto a los límites y consecuencias Úrsula nos señala que educar con límites y consecuencias es fortalecer el carácter y la personalidad de los niños y jóvenes que lleva a un crecimiento y maduración cognitiva, afectiva y social.

Educar con consecuencias permite a los hijos vivir una vida con estructuras claras, con un proceso de maduración social y moral y buenas relaciones interpersonales. Los límites en la vida de las personas son semejantes al rayado de la cancha en un partido de futbol.

Al hablar del desarrollo de la creatividad, Úrsula nos invita dejar que los niños usen su imaginación para poder transformar su entorno en algo apasionante y divertido. Nuestra tarea como educadores es darles la oportunidad a nuestros niños de usar su fuerza creativa para favorecer la imaginación, la innovación y la inventiva personal o colectiva para crear e imaginar lo que pareciera imposible tener: una nave espacial, un dinosaurio, un planeta, un castillo, un dragón personal…

El mensaje es claro, ¡nuestros niños necesitan expresarse!, por lo que les haría muy bien cambiar de vez en cuando los aparatos electrónicos por gises, lápices, piedras, cartones, pintura, papel y colores. El arte permite expresar la identidad y tiene una función sanadora y liberadora.

Como bien nos señala Úrsula en su última pincelada del libro, todo niño es único e irrepetible. Pretender enseñar como si todos estuvieran hechos en serie y tuvieran las mismas necesidades y capacidades, sería violentar al grupo entero. Nuestra tarea es diseñar un aula con flexibilidad y creatividad generando un ambiente adecuado para el aprendizaje en donde todos se sientan incluidos como parte de una comunidad educativa dentro de un ambiente de respeto y aceptación.

De una manera clara y contundente, Úrsula nos recuerda que los hijos no son espejos de sus padres, cada uno de nosotros ha vivido su propia vida con sus respectivos logros, fracasos o frustraciones; sin embargo, es una irresponsabilidad o hasta una crueldad, trasladar nuestras expectativas o logros frustrados a nuestros hijos, como el querer tener al delantero goleador, la pianista que yo no pude ser, el alumno de mejor promedio del salón, la bailarina estrella etc.

Como educadores, somos testigos de la grandeza de cada ser humano al ir descubriendo todo el potencial que se tiene y se va desarrollando, pero no solo nos toca presenciar este desarrollo, sino que somos corresponsables y debemos colaborar para que cada niño o joven que nos ha sido confiado, reciba el mayor cuidado posible para lograr la mejor versión de cada uno de ellos.

Gracias Úrsula por estas hermosas reflexiones repletas enseñanzas. Gracias por darnos esta maravillosa oportunidad de compartirnos estas vivencias que de alguna manera nos identifican como hijo, padre o maestro. Gracias por poner a nuestro alcance un bastidor que con la suma de todas estas pinceladas nos muestran un cuadro que refleja la esperanza que con educadores como tú, con tu compromiso, sensibilidad y pasión, se puede cambiar una sociedad sedienta de construir un mundo mejor.

Ha sido un gran privilegio leer tu libro, ¡muchas felicidades y enhorabuena!

 

Susana Cuilty Siller

8 de octubre de 2017


Susana Cuilty Siller es Licenciada en Educación con Maestría en Administración por la UDEM. Doctorado en Educación por la Universidad Marista de Guadalajara

  • Actual   Vicerrectora de Educación Media Superior. Universidad de Monterrey
  • Responsable de la dirección académica y la administración de 6 preparatorias (Unidad San Pedro, Unidad Valle Alto, Unidad Fundadores, Unidad Obispado UDEM y Preparatoria Politécnica Santa Catarina La Fama y Preparatoria Politécnica Poniente) que integran el nivel de enseñanza media superior de la UDEM.
  • Sus principales áreas de investigación son: innovación en tecnología y educación, modelos educativos innovadores y educación en contextos de vulnerabilidad.
  • La experiencia laboral ha incluido la certificación de las preparatorias por el Bachillerato Internacional así el diseño y apertura de tres nuevos planteles de preparatoria, entre los que destaca el la Preparatoria Politécnica Santa Catarina, modelo único e innovador por su forma de operación.
  • Colabora en la Organización del Bachillerato Internacional como miembro de la red de educadores y ha sido vicepresidenta, presidenta y consejera en la Asociación de Colegios Mexicanos autorizados por el Bachillerato Internacional IBAMEX