La oportunidad que nos brinda Formus de convivir con personas con discapacidad es invaluable. Aprendamos juntos. Si tu hijo está interactuando con un amigo con discapacidad acércate y saluda al niño(a) con naturalidad. Ajústate a su edad pero no lo infantilices. Mírale a los ojos y sonríe. No importa si él o ella no puede hacerlo; puede que te devuelva una mirada o sonría, incluso puede que no recibas respuesta. Puedes preguntarle cómo se llama y así podrás hablarle por su nombre, interesarte por lo que le gusta. Invita a tus hijos a ser apoyo de los amigos con discapacidad. Sé ejemplo para enseñarles que la solidaridad es gratificante. Ser solidario y amable facilita la vida de cualquier persona.