El problema de la basura. Proyecto Comunitario.

Compartir lo que somos y lo que sabemos, es un acto profundamente humano, capaz de generar cambios en la propia historia. Nuestros alumnos y alumnas tienen esta oportunidad al participar en Proyectos Comunitarios, en los que pueden organizarse, dirigir sus esfuerzos a un área específica de su interés y lograr pequeños cambios en otra comunidad. La satisfacción que esto produce, solo la pueden expresar cada una de las personas que participan, les iremos compartiendo las ricas experiencias de nuestros alumnos y alumnas a través de sus Diarios de Trabajo.

Enero de 2019

Diario de trabajo

Primera etapa/Introducción:

Al empezar a elaborar el proyecto comunitario pensamos en ayudar a las personas que no contaban con los recursos suficientes para comprar medicinas haciendo una recolección en la comunidad y llevándolas a centros médicos o iglesias.

Después de ver más sobre el proyecto, pudimos observar que podíamos ayudar en algo que impactaría de mayor forma a la comunidad.

Al decidir cambiar nuestro proyecto nuestra tutora nos informó sobre una visita que Úrsula Werren, nuestra directora general había hecho con anterioridad a las comunidades vecinas. En esta visita ella observó que hacían falta recursos, así que decidimos investigar.

Segunda etapa/Investigación:

Miércoles, 31 de octubre: Fui a buscar información sobre la comunidad de Fomerrey 45 acompañado por mi mamá. Fui a un Centro Médico en el cual una enfermera me dijo que lo que más hacía falta en esa comunidad era la información sobre la vacunación. Ella me guió con otras personas que trabajan para el municipio en la Secretaría de Salud en un programa llamado GAPS (Grupos de Adolescentes Promotores de la Salud). Eran el señor Juan Simón González y Samantha Ramos, ellos atendían a adolescentes y comentaban que los problemas más frecuentes eran los embarazos prematuros, consumo de drogas, deserción de las escuelas o programas. En esos momentos estaban haciendo programas con jóvenes de la comunidad para buscar e identificar criaderos de mosquitos para prevenir enfermedades. Otra cosa que me comentaron era que las personas de la comunidad no contaban con suficiente información sobre la cultura, el arte y la ecología.

Después de hablar con las personas del centro médico estas nos recomendaron ir a la oficina de la iglesia para buscar más programas de ayuda. En la oficina de la iglesia San Isidro Labrador hablé con la secretaria encargada llamada Rita sobre que unos compañeros y yo queríamos hacer un proyecto comunitario para ayudar a la comunidad. Ella me informó que el Sacerdote recibía gente por las mañanas así que después de unos cuantos días agende una cita el día miércoles 7 a las 10:00 a.m.

Viernes 2 de noviembre: Intentamos contactar con Úrsula por varios días, pero al no poder contactarla decidí enviar un correo con la ayuda de Julián para solicitar una junta el día martes 6 de noviembre a las 11:00 a.m.

Para conocer más sobre el entorno le pedí a mi mamá que nos llevara a mí y a Julián a ver los alrededores de la comunidad. Al observar el entorno me dí cuenta de que la calle siempre va de subida y que hay mucha vegetación alrededor y eso que nunca llegamos hasta arriba. También la mayoría de las personas tenían una buena condición física ya que cada día suben y bajan por la calle, pero la mayoría tenía calzado ya gastado o en mal estado.

Martes 6 de noviembre: Fuimos a hablar con Úrsula y nos dimos cuenta de que hay varios trabajadores de Formus que viven en Fomerrey 45 y que nos pueden apoyar si ocupamos saber con quién contactarnos para tener información. También nos comentó de una señora que es vecina de Formus la cual se llama Guillermina y que nos puede brindar información sobre la comunidad de Fomerrey 45.

Miércoles 7 de noviembre: Salimos de la escuela a las 10:20 a.m. para ir a la junta con el Sacerdote de la parroquia San Isidro Labrador. Nos comentó que podríamos ayudar en algunos problemas que estaban en la comunidad y que afectaba bastante como lo era el consumo de drogas y otro era que cuando llovía mucho se escurría desde arriba de la colonia toneladas de basura pues el servicio de recolección de basura no llegaba hasta arriba. Aparte que el problema es de asentamientos irregulares y que están en área federal.

Para poder ayudar en alguno de estos problemas el Sacerdote nos pidió que decidiéramos en que íbamos a ayudar en la comunidad, que hiciéramos un plan, establecer quiénes eran responsables de nosotros y que ayuda ocuparíamos de la iglesia.

Tercera etapa/Planificación:

Nos decidimos a ayudar en el problema de la basura regada que se acumulaba en la zona de arriba.

Se nos ocurrió una idea para solucionar el problema y esta fue la de colocar botes de basura para que ya no ocupen tirarla a la calle y darles información sobre el almacenamiento de la basura y la posibilidad de reciclaje.

Lunes 12 de noviembre: En este momento estamos distinguiendo todas las posibilidades para obtener botes de basura. Empezamos por enviar un correo electrónico a un proveedor para saber el costo. También estamos empezando a ver de dónde podemos conseguir dinero para comprar los botes de basura o ver si alguna empresa nos podía donar algunos. Otra cosa por definir es saber si actuaríamos de forma directa o como indirecta en el proyecto. Esto lo resolveríamos al tener una plática con un vecino del área.

18 de noviembre: Visita a la parte alta de la calle Santa Anita. Hablé con algunos vecinos para ver si serían efectivos los botes de basura en el área.

Definimos ideas de cómo conseguir dinero en las cuales estaba una rifa de pastel en una iglesia, una rifa de rascadito o una rifa de una tarjeta de regalo la cual se eligió al final.

26 de noviembre: Segunda entrevista con el Padre Edgar para presentar el proyecto y lo ya avanzado. Se agenda reunión al finalizar la misa de 7:00 en la parroquia para conversar con un vecino de confianza entre la parroquia y el área federal.

Noche: Conversación con el Sr. Mario Campos sobre el proyecto y la idea de poner botes de basura. Dijo que no serían de mucha ayuda ya que solo se concentraría la basura y el olor, pero comentó sobre un lugar donde las personas tiran sus bolsas de basura para que el camión pasara. Sale la idea de construir una especie de tapanco.

27 de noviembre: Dibujamos la idea del tapanco y buscamos presupuestos de la construcción en madera o metal. Buscamos en el fierro viejo piezas para que saliera más barato y buscamos madera. Fuimos al lugar para ver el terreno que se definió de 2.50 x 1.20.

28 de noviembre: Contacto con carpintero que vive cerca de Fomerrey 45 para tener un supervisor en la construcción.

30 de noviembre: Rifa de $300- Ganador Bruno Arrollo Boleto 25.

Comunicación con 2 personas que nos informaron de más necesidades.

Cuarta etapa/Acción

2 de diciembre: Elaboración e instalación de tapanco junto con anuncios informativos.

Reflexión

Durante el proyecto aprendí que puedes llegar muy lejos al hablar con personas y buscar cómo poder ayudar en algo. También la paciencia fue un factor muy importante para cambiar ideas e iniciar nuevas formas de solucionar un problema que, en este caso, era la basura. Al estar construyendo el tapanco se nos acercaron personas para ver e incluso una señora nos trajo platos y cubiertos para que pudiéramos comer.

Al principio del Servicio Comunitario, estaba nervioso ya que no sabía qué íbamos a hacer y cómo esto mejoraría a la comunidad. Al empezar a buscar información de dónde podíamos generar el mayor impacto al ayudar a una comunidad, me sentía bastante feliz ya que, a pesar de que el proyecto era tardado y difícil, al pensar en lo bueno que haríamos solo se quedaba el sentimiento de felicidad.

Algo que también me gustó mucho fue que al hablar con las personas para saber cómo ayudarlas, nos dijeron nombres de más personas que nos podían ayudar a  conseguir información y éstas nos compartieron sus ideas sobre formas de ayudarles.

Con esto aprendí que, si tienes una buena intención y quieres lograr algo que va a ser en beneficio de muchos, se van a aparecer en tu camino distintas personas para ayudarte, de una u otra manera, a lograr la meta.

Mateo Zamora G.

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A mediados del mes de septiembre, la escuela nos pidió hacer un proyecto social el cual consistía en buscar una forma de ayudar a una comunidad o a la sociedad en general. Mi equipo y yo pensamos en una comunidad vecina de Formus que nos dábamos cuenta que necesitaba ayuda.

Nos comunicamos con el sacerdote de una iglesia que quedaba cerca de dicha comunidad, ahí nos dijeron que el almacenamiento de basura era un gran problema porque hay basura en la calle y cada vez que llovía, se inundaban las calles por lo que se nos ocurrió la idea de recaudar dinero, comprar botes de basura y colocarlos alrededor de la comunidad para que ahí pudieran depositar la basura. Esta idea no me parecía la mejor, debido a que muchas cosas podían ocurrir al dejar los botes dispersos en la comunidad sin cuidado por lo que se nos ocurrió la idea de ir y nosotros mismos construir una especie de contenedor para que cuando el camión pase, pueda recoger la basura sin problema. Aprendí mucho al realizar este proyecto; también me divertí pero lo más importante fue que ayudé a mejorar la calidad de vida de otras personas.

Julián Quiroga Fernández

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Mi experiencia haciendo este proyecto fue muy buena ya que primero, lo que pensábamos era que íbamos a ayudar de cierta manera con botes de basura dejándolos en la comunidad par que la gente los usara y al final, resultó que terminamos construyendo un contenedor de basura y haciendo una muy buena relación con la comunidad de Fomerrey 45 y la comunidad de arriba de ésta.

Me di cuenta de que siempre que vayas a apoyar y tengas buenas intenciones va a haber alguien que quiera ayudarte para lograrlo y así, se hace una cadena. Por ejemplo, un señor de la comunidad se veía preocupado por la misma y nos ayudó a recoger basura y compartiéndonos electricidad para las herramientas. Todo este proyecto me dejó mucho aprendizaje y también muy buenas experiencias.

Diego Takenori Makita Reyes