Vivir la esencia con alegría y entusiasmo

CONVIVENCIA CON LOS ABUELOS 2023
16 marzo, 2023
2 mayo, 2023

Por: Úrsula Werren

Marzo 2023

El sábado pasado Andrés Bolaños y yo asistimos, junto con un grupo de más de 100 familias, a las instalaciones del TecMilenio donde se llevó a cabo el evento culminante del proceso de Odyssey of the Mind. Digamos que fue una gran puesta en común donde los 21 equipos participantes de diferentes organizaciones educativas resolvieron problemas, actuaron y mostraron ante los jueces los frutos y los resultados de un largo camino de aprendizaje, voluntariamente elegido y aceptado.

En la tarde, en un ambiente de desbordante alegría, los directivos de Odyssey of the Mind México dieron a conocer los equipos que fueron elegidos por los jueces para representar a nuestro país en mayo en el Mundial que tendrá lugar en Michigan State University. Evento al cual asisten cada año miles de niñas, niños y jóvenes de 20 países del mundo.

De Formus asistirán al evento mundial ocho equipos de niñas y niños para dar cuenta de sus habilidades desarrolladas y los conocimientos construidos en cuanto a creatividad, trabajo colectivo y la confianza de compartir ante los jueces los resultados de seis meses de arduo trabajo. De Formus se hicieron meritorios ocho equipos logrando un primer lugar, además de los dos premios Ranatra Fusca por soluciones de inusual creatividad y un premio por humor en la presentación.

Experiencia en Odyssey

Al finalizar el evento les pregunté a un buen número de niños y niñas ¿Qué fue lo mejor para ti durante el proceso hasta este momento?

Aquí les comparto las sorprendentes respuestas. “El esfuerzo tiene una recompensa”,  “Saber que voy al mundial”, “Todas las ideas creativas que se nos fueron ocurriendo mientras que avanzamos en el trabajo”, “Nos hicimos mucho más y mejores amigos”, “Todo lo que pintamos para la escenografía y la canción que inventamos”, “El tiempo que pasamos juntos”, “Que formamos un verdadero equipo”, “Todo lo que nos apoyamos unos a otros”, “¡Nos divertimos!”, “Darnos la oportunidad de participar”, “Vencer mis miedos de hablar en público”.

¿Lo sorprendente? Nadie, a pesar de la euforia del concurso, mencionó “haber ganado” y mucho menos “haber ganado a otros”. Palpar la madurez de nuestros hijos e hijas, alumnos y alumnas, por enfocarse en el proceso más que en el premio final, reconocer el trabajo comunitario y las relaciones y vínculos humanos como valor máximo, el trabajo paciente y creativo, y la confianza en ellos mismos, es profundamente esperanzador. Así lo representa el slogan en la playera de Los piratas sin mapa: “Tener esperanza aunque te duela la panza”.  Todo fue ganancia, riqueza y desarrollo de tantas individualidades que se ponen junto a la individualidad de los “otros”.

Pregunté a un grupo de niñas: “¿Y por qué creen haber ganado?” Sus miradas me dijeron que hice una pregunta fuera de contexto. La respuesta espontánea, sin vanagloria ni falsa humildad, afirmando una realidad de la cual nadie duda, fue: “Pues somos las mejores del mundo”. Yo diría, somos niñas y niños que nos sentimos valorados, reconocidos y conscientes de nuestras grandes posibilidades personales a favor de la comunidad. Recibimos de nuestro entorno amor, apoyo sin sobreprotección, y somos capaces de asumir nuestras tareas que la vida nos está ofreciendo.

Comparto las palabras de una coach de uno de los equipos: “Fue sorprendente y conmovedor ver cómo los niños fueron transformando una idea que salió de “la nada” poco a poco, por medio de mucho trabajo, en una obra creativa, inteligente, divertida y con mucho sentido.”

Un gran agradecimiento a los niños, niñas, coaches y familias que participaron en esta gran aventura ¡Listos para la próxima!